Un reportaje de Patricia Laborda y Verónica López
Más de un millón y medio de espectadores llenaron las salas durante la Fiesta del Cine. Un millón ochocientas mil personas se acreditaron en la web para participar en este evento, el cual permitió a los cines adheridos a la promoción ofrecer un precio de 2’90 euros por película.
Más de un millón y medio de espectadores llenaron las salas durante la Fiesta del Cine. Un millón ochocientas mil personas se acreditaron en la web para participar en este evento, el cual permitió a los cines adheridos a la promoción ofrecer un precio de 2’90 euros por película.
No es la primera vez que se lleva a cabo esta cita con la gran pantalla, sin embargo, el éxito se ha alcanzado en todas las ediciones, pero este año ha desbancado a los demás gracias a una sólida campaña de redes sociales con la que se logró llamar la atención de jóvenes y mayores. También se ha producido un cambio importante: en ediciones anteriores era necesario comprar una entrada normal la semana antes de celebrarse esta fiesta. Con ella accedías a la acreditación que permitía los descuentos y así los cines compensaban la pérdida económica asegurando que los interesados gastaran el dinero en una sesión normal previamente. Esta estrategia no funcionó como se esperaba ya que, aunque el precio estipulado de dos euros era menor que el de la edición anterior, los ciudadanos no mostraron interés en hacer esa inversión que suponía una primera sesión de cine a precio normal.
El acierto de esta jornada ha sido, sin duda, la facilidad de hacerse con una acreditación: un simple cuestionario en Internet. Los interesados, a solo un click de los suculentos descuentos, no dudaron en lanzarse a los cines, llenando las salas de los últimos estrenos. El boca a boca, el acceso a las redes sociales y la ya conocida crisis económica propiciaron el clima perfecto para un verdadero éxito.
El marketing, la publicidad y el llamativo precio de 2,90 euros fueron alicientes más que suficientes para convencer a un público de todas las edades, a pesar de que predominó mucho la gente joven, que se entregó por completo. El despliegue de carteles en los cines adheridos, los spots publicitarios en televisión y en todas las previas de las películas durante algo más de un mes han conseguido un lanzamiento publicitario impresionante y un coste económico menor al que habría sido necesario para promocionar las películas por separado.
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Cartel promocional de la película El Mayordomo |
Como en años anteriores, siempre hay un par de películas recién estrenadas que logran hacerse con el interés del público. En Salamanca, este título lo ha ostentado El Mayordomo, dirigida por Lee Daniels seguida muy de cerca de Una cuestión de tiempo, del británico Richard Curtis. En menor medida, pero también a la cabeza, encontramos los cuidadísimos efectos especiales de Gravity, de Alfonso Cuarón y el veterano Tom Hanks dándole vida al Capitán Phillips.
Tal y como nos comentaba Ángel Sierra, encargado de personal de los Cines Van Dyck, este año más que nunca ha sido una gozada poder compartir esos tres días con los visitantes: “la gente venía de fiesta y cuando la gente joven se mueve tanto, es una maravilla. Hemos estado con el cine completamente lleno, achuchándonos y sin embargo la respuesta era estupenda. No ha habido ni una sola queja, ha sido de los días en los que más a gusto hemos trabajado a pesar de que no dábamos abasto porque ha sido mucha diferencia entre tener cinco salas con tres espectadores a tener todas las sales llenas”.
Las cifras totales obtenidas no pueden obviarse de ninguna manera: un total de 1.513.958 espectadores durante los tres días que duró la promoción, un 98% más que la edición del año anterior. La promoción, válida para todas las películas en cartelera, abarcó los títulos de Afterparty, Cannibal, Capitán Philips, El camino de vuelta, Cuerpos especiales, El mayordomo, Gravity, Justin, Kon-Tiki, La mirad del amor, Las brujas de Zugaramundi, Elisa, Prisioneros, Runner Runner, Las Crónicas de Ridick, Rush, Turbo, Una cuestión de tiempo y Zipi y Zape.
¿Cómo ha sido posible?
Tras una serie de complejas e hirientes acusaciones del Gobierno, la Fiesta del Cine tenía algo que demostrar: si los ciudadanos no van al cine no es por la calidad del producto audiovisual, sino por el precio de las entradas. Ir al cine en periodos de crisis se convierte en un privilegio y salas de todo el país se ven gravemente afectados.
Las organizaciones que se han puesto en marcha para llevar a cabo esta exitosa reunión han sido la Confederación FAPAE, la Federación de Distribuidores Cinematográficos (FEDICINE), la Federación de Cines de España (FECE) y el Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICCA).
Por otra parte, no menos importante, están los patrocinadores: El Corte Inglés, Coca-Cola y Ford han aportado los fondos necesarios para la campaña de publicidad y para permitir el precio de las entradas. A cambio, por supuesto, a un acceso de los datos registrados para conseguir las acreditaciones en los que consta el e-mail y la dirección de correo electrónico, entre otros.
Exclusiva
Tras percatarse del éxito de esta fiesta, tanto los cines Van Dyck como otros muchos cines de España, se han encargado de tomar buena nota al respecto. Una exclusiva que nos adelantaba Ángel Sierra el mismo día de su confirmación, es que la empresa de los Cines Van Dyck (con cines en Cáceres y León) ha decidido establecer un día de la semana con un precio reducido en las entradas con
la esperanza así de que el público vuelva a recobrar las ganas de ir al cine y disfrutar de la magia de la gran pantalla.
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Cartel de la película Una cuestión de tiempo |
Los productores y, principalmente los distribuidores, han sabido apreciar el triunfo que da el bajar los precios para gozar del séptimo arte, "una manifestación sin manifestantes", en palabras de Ángel Sierra que habló por sí sola y dejó para el recuerdo instantáneas de largas colas e innumerables experiencias a las que no se les puede poner precio.
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